La Secretaría de Educación Pública, fundada en 1921 por decreto del presidente en ese entonces Álvaro Obregón, es una de las diecinueve secretarías de estado que conforman el gabinete legal del presidente de México, donde se lleva a cabo el control de los procesos y procedimientos que realizan los servidores públicos crear condiciones que permitan asegurar el acceso de todas las mexicanas y mexicanos a una educación de calidad, en el nivel y modalidad que la requieran y en el lugar donde la demanden.
Esta secretaría está vinculada con un aliento nacionalista e inherente a la esperanza de la fuerza revolucionaria, ya que impulsó un movimiento cultural lleno de grandeza del que se reconoce como máxima expresión el muralismo mexicano. Donde Roberto Montenegro y Diego Rivera muralistas de México del siglo XX, fueron los encargados de plasmar sus obras en el interior de la SEP, destacando en su mayoría los murales plasmados por el muralista Diego Rivera.
Secretaría de Educación Pública. (2023). Foto tomada por Itzel Joceline Martínez Santos |
La SEP
está dividida en cuatro edificios, dónde el primero se centra en la
Antigua Real Aduana de la Ciudad de México. Aquí se cumplen funciones claves
para el desarrollo del país, ya que tiene un rol preponderante en materia de
comercio exterior, especialmente, en la facilitación y agilización de las
operaciones de importación y exportación, a través de la simplificación de
trámites y procesos.
Cuenta una
leyenda que alrededor de 1730 el virrey don Juan de Acuña designó prior del
consulado al opulento caballero don Juan Gutiérrez Rubín de Celis, cargo al que
prestó poca atención, ya que sus preocupaciones estaban en la vida social. Era
famoso por las joyas que lucía, tanto en sus vestiduras como en cadenas,
anillos, collares, alfileres sobre el encaje de la corbata, broches en el
sombrero y demás brillantes preseas. Se contaba que, en la toma de posesión del
virrey, solamente las perlas que adornaban la casaca representaban la suma de
30 mil pesos, una fortuna en ese entonces. Esa vida de lujo y molicie tenía
como efecto que el personaje fuera descuidado y apático para todo lo que se le
encomendara.
Pero un
buen día conoció en uno de los ágapes a los que cotidianamente asistía, a la
hermosa joven doña Sara García Somera y Acuña, de la que quedó tan fascinado
que al poco tiempo le propuso matrimonio. La damisela, que además de bella era
inteligente, se dio cuenta de que la vida de ocio del galán no garantizaba un
futuro feliz; tras múltiples ruegos y promesas, finalmente aceptó casarse, si
don Juan terminaba el edificio de la Aduana en seis meses.
La obra parecía imposible, pero la pasión amorosa del pretendiente -y su gran fortuna- lo llevaron a arrendar decenas de negros que trabajaban de día y de noche alumbrados con teas encendidas; contrató a todos los canteros, herreros y carpinteros que existían en la ciudad y él personalmente dirigió la construcción, que ningún arquitecto aceptó realizar, por la premura del tiempo. Sin más descanso que unas horas para dormir, el otrora holgazán millonario logró concluir la obra tres días antes de expirar el plazo fijado por la dueña de sus amores. Después de un buen baño se vistió de gala y en su mejor carruaje se dirigió a casa de doña Sara e hizo entrega de las llaves, colocadas en un cojín de terciopelo; ella, muy bien impresionada, cumplió su palabra y en agosto de ese mismo año de 1734 contrajeron matrimonio.
Patio del Trabajo. (2023). Foto tomada por Itzel Joceline Martínez Santos |
Aquí las
obras murales de Diego Rivera se encuentran distribuidas en dos patios
principales: el Patio de las Fiestas y el Patio del Trabajo,
como abordando el segundo, pues aquí plasmó escenas de actividades laborales
que el pueblo mexicano realiza con voluntad, esfuerzo y dedicación. En la planta
baja podemos apreciar un panorama de los trabajos que se realizan en las
distintas regiones de México, en el primer nivel está representado el
trabajo intelectual y en el segundo se rindió un homenaje a las
artes, los héroes e ideales nacionales. Asimismo, en el cubo de las escaleras desarrolló
un concepto propio de la transformación del ser humano, y en el vestíbulo de
los elevadores hizo un tributo a la fertilidad.
Patio del Trabajo. (2023). Foto tomada por Itzel Joceline Martínez Santos |
En este edificio Diego Rivera en el primer nivel de este, plasma y representa aquellas tradiciones, festividades populares, religiosas y políticas del pueblo México. En el segundo nivel la decoración esta situada en todas aquellas armas de los estados de la República y por último el tercer nivel los murales van acompañados por estrofas de tres corridos estos nombrados: La Balada de Zapata, La Revolución Agraria de 1910 y Así será la Revolución Proletaria.
Patio de las fiestas. (2023). Foto tomada por Itzel Joceline Martínez Santos |
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